Todas las almas buenas ya están durmiendo, entonces un tremor sale de más abajo de la tierra, los tambores replican cada vez más fuerte, más intenso. De golpe un gran silencio rompe con todo y un gran demonio grita, pregona, todo lo malo que hacen las almas buenas, sus pecados, y clama a la locura colectiva, al sexo, al descontrol. Seguido del pregón los fuegos empiezan a arder, con más fuerza hasta dejarte sordo, así sus súbditos sin mediar palabra contemplan la rebeldía de pocos…
Amén
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